miércoles, 6 de diciembre de 2017

Montesa-Castillos de Montesa-Enguera

La Creu
Fecha: 26/11/17
Tipo de ruta: Circular
Lugar de inicio: Montesa, La Costera, Valencia
Hora de inicio: 7 h 8 min
Duración: 5 h 14 min
Distancia: 16,2 Km
Dificultad: Media
Altura mínima: 270 m
Altura máxima: 625 m
Indice IBP: 75
Calificación (1-10): 8
Recorrido: Montesa – Castillo de Montesa – Corral de Campanilla – Alto de la Plana – Castillo de Enguera – Fuente de la Mota – La Creu – v.g. El Piquet – v.g. Tres Mojones – Ermita Santa Creu – Montesa.

Cómo llegar:
Saldremos de Algemesí por la CV-42 con dirección a Alzira, para desde allí dirigirnos hacia Benimuslem por la CV-550 y desde allí con dirección a Alberique, en donde antes de llegar a la población conectaremos con a la A-7, Autovía del Mediterráneo, y continuaremos con dirección a Albacete. Pasaremos el desvío de la CV-40, pero nosotros continuaremos por la A-35, Autovía de Almansa-Xativa, hacia Montesa, población a la que accederemos tomando la salida n.º 37, nos encontraremos con una primera rotonda en donde continuaremos por la CV-5690 por la Avenida Silverio Perfecto Sanz Navarro, poco despues giraremos por nuestra izquierda por la calle Doctor Fernanado Villa Pedroso, continuando por la calle Doctor Ballesteros, saliendo de la población nos desviaremos ahora a nuestra derecha por la calle de las Almas, hasta llegar al cruce con la calle Subida al Castillo, en donde aparcaremos nuestro coche para dar comienzo a nuestra ruta de hoy.

Descripción de la ruta:
Esta semana la ruta discurre por las cercanías de la Montesa.
Es una bonita ruta circular sin dificultad técnica, saliendo desde la población de Montesa hacia el castillo, después de una subida por pista llegamos al castillo de Enguera.
50 metros antes de llegar al castillo, a la izquierda, frente al área de recreo, cogemos una senda en bajada hasta la residencia la Mota, donde hay una fuente y unos bancos, desde allí sale una senda en subida exigente hasta la cruz de el Piquet, con rampa continua del 27% durante 900 metros. Las vistas son impresionantes de toda la Canal de Navarrés y la sierra de Enguera. Se coge una pista que va por el alto entre los términos de Montesa y Enguera hasta el vértice 3 Mojones, a partir de allí se bajan unos metros por monte bajo hasta enlazar con una senda junto al barranco del Caldero, que nos lleva hasta la ermita de la Santa Creu, con unas vistas impresionantes de toda la Costera y llegada al punto de partida.
Ermita de Santa Creu
Comenzamos nuestro recorrido por la calle Pujada al Castell, hasta llegar junto las ruinas del castillo en donde sin entrar en el mismo continuamos por nuestra izquierda.
Hay vestigios de un establecimiento ibérico en la Cañada en diversos paramentos del castillo, e indudablemente otros de época romana y que prueban la existencia, quizá en el mismo sitio en el que luego se edificó ésta, de unas importantes construcciones de tiempos augústeos destruidas al levantar durante la Edad Media el castillo.
Aunque su origen se tiene como romano, parece que Montesa comenzó a tener importancia en época de los árabes. Durante la conquista cristiana ocupó una situación fronteriza y en ella se refugió el caudillo musulmán Al-Azraq en guerra con Jaime I. De nuevo volvió a ser centro de rebelión musulmana, dirigida de nuevo por Al-Azraq. El infante Pedro se encargó de someter a la rebelión, aunque las luchas continuaron incluso tras la muerte de Jaime I, en 1276.
En el año 1289 el rey Alfonso III de Aragón concedió carta puebla a Montesa y Vallada, repoblando así con cristianos una zona que hasta entonces había sido peligrosa por su situación fronteriza. Montesa quedó incorporada al patrimonio real hasta el año 1317, fecha en que por deseo de Jaime II se creó la orden monástico-militar de Montesa como sustituta en el Reino de Valencia de la desparecida Orden del Temple. Con tal motivo, la villa y el castillo de Montesa alcanzaron gran preponderancia. La villa sufrió los efectos de varios terremotos en marzo y abril de 1748, y en noviembre de 1755, así como una trágica inundación en 1864.
El Castillo de Montesa, fue la sede de la Orden de Montesa, y está situado en la cumbre del montículo que domina la villa. Fue calificado como uno de los más fuertes del Reino de Valencia por sus gruesos muros, fuertes torres y espaciosa plaza de armas, en la que se dice podían formar hasta 2000 hombres.
En su interior se encontraban el convento, la iglesia de la Orden, el palacio del Maestre, los cuarteles, etc. Fue centro y refugio de los musulmanes disidentes hasta que en abril de 1277 el rey Pedro III de Aragón consiguió tomar el castillo por asalto.
Tras haber sido donado por el rey Jaime II de Aragón a la recién creada Orden que llevaría el mismo nombre de Montesa, el recinto del castillo fue reconstruido y ampliado. En 1347 la Orden de Montesa compró a Pedro IV de Aragón numerosas villas y castillos, con lo que la Orden pasó a ser dueña del Maestrazgo.
De estilo gótico, la fortificación fue totalmente renovada, de acuerdo con las nuevas funciones que debía desempeñar, ya que se convirtió en casa madre de la Orden, donde los monjes-caballeros seguían la regla de San Benito. El nombre completo del castillo era Sagrado y Real Convento de la Orden de Santa María de Montesa y San Jorge de Alfama.
Los Reyes Católicos incorporaron al patrimonio de la Corona los maestrazgos de las órdenes de Santiago, Calatrava y Alcántara, a fin de mermar el poderío de las mismas, pero el maestre de la Orden de Montesa continuó con grandes honores y privilegios y siguió actuando de modo independiente.
El origen de la Orden de Montesa fue la intención de Jaime II de proteger al Reino de Valencia, y aprovechando la disolución de la Orden del Temple, llevada a cabo por el papa Clemente V en 1311, fundó una nueva orden militar en su sustitución, que heredó todos sus bienes. Esto lo consiguió de la mano de Juan XXII, quien extendió una bula por la que se creaba la Orden de Montesa el 10 de junio de 1317. Según esta bula, se establecía en el castillo un convento, filial de la Orden de Calatrava, pero finalmente, esto no se cumplió, y fue dotada con los bienes de la extinta Orden del Temple, y con los de la Orden Hospitalaria. Como se trataba de un convento de filiación cisterciense, fueron el abad de Santes Creus y el de Valldigna los encargados de la formación y elección del prior del convento de Montesa, mientras que el Papa se reservaba el derecho de nombrar al primer maestre de Montesa. Sus sucesores serían ya elegidos por la misma comunidad.
El terremoto del 23 de marzo de 1748 ocasionó el derrumbamiento de gran parte del castillo. Siete años más tarde, el 1 de noviembre de 1755, y durante la celebración de la eucaristía, se produjo un nuevo movimiento sísmico que provocó el pánico entre los oficiantes y fieles que llenaban la iglesia del castillo. Y tras esos sucesos el castillo quedó abandonado, aunque sus restos fueron declarados monumento arquitectónico-artístico en 1926, durante el reinado de Alfonso XIII. A finales del siglo XX y principios del XXI se realizaron diversos trabajos arqueológicos, seguidos de obras de consolidación e incluso restauración, cuyo pináculo fue la reconstrucción de la sala capitular del castillo. Dejamos la visita al castillo para otra ocasión.
Pasaremos junto a una casita en donde encontraremos una bifurcación, continuando por nuestra derecha, para salir de nuevo al cruce con una pista en donde veremos un poste que por nuestra derecha iríamos en dirección a Montesa y por nuestra izquierda con dirección a Enguera. Por esta pista llegaremos al Corral de Campanilla, aquí abandonaremos la pista continuando por la senda que sale a nuestra derecha, junto a los corrales. Esta senda nos llevará de nuevo al cruce con una pista en el Alto de la Plana en donde seguiremos por nuestra derecha, siguiendo las indicaciones con dirección al Castillo de la Encomienda de Enguera. La pista continua en suave descenso y pasaremos junto a un aljibe que sirve como bebedero para animales, y un poco mas tarde veremos un nuevo aljibe-bebedero, al parecer en esta zona hay bastantes de estos aljibes para recoger el agua de lluvia.
Aljibe
Ahora llegamos al área del Aula de la Naturaleza que veremos a nuestra derecha y a nuestra izquierda veremos una senda que será por la que debemos continuar después de visitar el castillo. Buenos , pues rebasamos esta área de descanso y por nuestra izquierda veremos una senda que en ascenso nos conducirá hasta los restos del Castillo de la Encomienda de Enguera.
El Castillo de la Encomienda de Enguera se encuentra cerca del núcleo urbano del municipio del mismo nombre. El castillo puede considerarse de origen musulmán, posiblemente construido entre los siglos XI y XII; de hecho, aunque su topónimo parece provenir de tiempos anteriores a la dominación musulmana, es en esta época cuando se configura la actual población y las numerosas aldeas y alquerías dependientes de ella. Además en este momento Enguera alcanzó cierta relevancia, concretamente durante un corto periodo del siglo XII en el cual fue capital comarcal de un reino taifal que abarcaba hasta Denia, dándole gran importancia en esta zona estratégica.
Tras la Reconquista las tropas castellanas al mando de Pedro Núñez de Guzmán tomaron el castillo, llevando a cabo una reforma para su aprovechamiento. Su situación fronteriza, tuvo siempre una gran importancia estratégica, por lo que se mantuvo en uso hasta su demolición en 1365, ordenada por Pedro IV de Aragón, el Ceremonioso, para evitar que pudiera ser utilizado por las tropas castellanas durante las Guerras de la Unión. Más tarde, un terremoto en 1748 hizo que su estado quedara en ruinas, tal y como ha llegado a la actualidad.
Castillo de la Encomienda de Enguera
Se aprecian distintos tramos de murallas que delimitan un doble recinto. El inferior, de planta poligonal irregular, conserva numerosos restos islámicos y forma un antemuro a los pies del castillo principal. La mayor parte del recinto inferior se adapta al terreno, y todavía se pueden ver unas torres de planta rectangular, que se encuentran bastante dañadas, así como alguna defensa inferior previa, todavía más dañada. El recinto principal es casi rectangular y se ubica en la cima del monte, presentando restos de muros y torres angulares, que parecen de la época cristiana, manufacturados en cal y canto, destacando al sur una torre avanzada con saeteras. En esta zona hay un bastión con dos torres. En el centro, de este recinto alto, se mantiene los restos de un gran torreón, construido con sillares, que pudo ser la torre del homenaje cristiana.
Realizamos un pequeño recorrido y por su parte trasera regresaremos hasta el desvío de obviamos a nuestro paso junto al Aula de la Naturaleza, por el que continuamos ahora, cruzamos un pequeño barranco en el que encontramos junto al camino un nuevo aljibe, con una conducción de agua en su interior. Un poco mas adelante nos encontramos con la Fuente de la Mota y frente a ella la residencia del mismo nombre.
A nuestra izquierda vemos una pequeña área de descanso y junto a ella asciende la senda que debemos seguir. Pasaremos junto a un deposito de agua potable y seguimos por esta senda hasta llegar al cruce con una pista que simplemente debemos cruzarla y continuar con la ascensión, que poco a poco va convirtiéndose en una fuerte ascensión hasta llegar a la Cruz y un poco mas adelante el vértice geodésico junto a las antenas. Nos detenemos junto a las antenas, lugar elegido para reponer fuerzas con nuestros almuerzos.
Después del almuerzo continuamos nuestro recorrido y llegamos al cruce con una pista mas ancha por la que continuaremo0es por nuestra derecha, con dirección a la Perereta. Al llegar junto a un nuevo bebedero a nuestra derecha debemos abandonar la pista y unos metros a nuestra izquierda encontraremos el vértice geodésico de los Tres Mojones.
v.g. Tres Mojones
Desde el vértice continuamos por una senda que sigue desde el mismo un poco a nuestra derecha. Iremos descendiendo por esta senda y a mitad del camino llegamos junto a unos depósitos de hierro oxidados, en donde debemos continuar por nuestra izquierda. En este punto llega un vigilante con un todo terreno y nos informa que estamos dentro de una propiedad privada de tres fincas que ocupan esta ladera la montaña, aunque no hemos visto ninguna señal, no ponemos en duda sus palabras y le explicamos la situación y nos deja continuar en esta ocasión. ASÍ QUE RECOMENDAMOS NO REALIZAR ESTA RUTA , POR LO MENOS PASANDO POR ESTOS TERRENOS.
Poco después llegaremos junto a un deposito de riego en donde seguiremos por la pista que continua junto al deposito en ligero ascenso. Mas adelante encontraremos una bifurcación en donde continuaremos por nuestra derecha, senda por la que llegaremos a lo que parece una vieja ermita. La dejamos atrás y seguimos descendiendo hasta llegar a la Ermita de Santa Creu y desde ella llegaremos enseguida a la entrada en la población y como no, al lugar en donde dejamos aparcado nuestro coche y en donde daremos por finalizada nuestra ruta de hoy.
Gracias por la ayuda en la descripción de la ruta a es.wikipedia.org
Hasta pronto.


Powered by Wikiloc

No hay comentarios:

Publicar un comentario